Alrededores de Valparaíso

Valparaíso,  una ciudad con aspecto pueblerino y con coloridos cerros.  Desde la primera vez que escribí, he vuelto en dos ocasiones: para disfrutar con los fuegos artificiales de «Fin de año en el mar» en toda la bahía y para compartirlo con Danielle, mi amiga norteamericana que vino a visitarme hace ya un mes y medio. En esta ocasión no sólo estuvimos en Valparaíso, sino que conocimos los alrededores:

A caballo por las dunas

Lo mejor fue montar a caballo por las dunas de Ritoque (Ritoque Expediciones). Un paseo que no se puede comparar a ninguna otra experiencia a caballo de las que he vivido: galopar por la playa y cabalgar por las dunas para terminar viendo el mar, parar a medio camino para tomar una refrescante fruta y seguir trotando por un bosque de eucaliptos, un pantano y volver a la playa.

Barco, casa de Pablo Neruda

Cuatro horas en la que sentir el viento, escuchar el romper de las olas y conectar con tu caballo. Una experiencia inolvidable que terminamos en Don Chicho con ricos maricos y pescados a la plancha.

Además de salir en la noche de Valparaíso, unirnos a un baile en la calle, comer en un restaurante vegetariano y conocer a nuestro grupo favorito «Manu da Banda«. Aprovechamos la ocasión para conocer la casa de Pablo Neruda que está en Isla Negra, a una hora de Valparaíso. Mil historias que contar, figuras, objetos e increibles vistas del Océano Pacífico fueron el final perfecto del fin de semana.

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